El fin de la veda del bocarte del Cantábrico ha llenado nuestra casa de poesía y nos ha devuelto la alegría, como decía Cecilia. Esta ensalada la tomamos por primera vez en Casa Amable en su antigua ubicación entre Candás y Luanco, tierra de marañueles.
Cama de tomate en rodajas que aliñamos con aceite, sal y vinagre. Cama de patata cocida en rodajas encima que aliñamos con sal, aceite y pimienta. Ensalada de hojas verdes y cebolleta que aliñamos como el tomate en el tercer piso. Finalmente, bocartes fritinos en un poco aceite salteados en el último minuto con taquitos de jamón ibérico.
Plato único que nos deja la reflexión de que el bocarte es tan delicioso como el más noble de los pescados blancos.
Y que lo digas, hay pocos pescados tan sabrosos y saludables. De cualquier manera que se cocinen.
Algún día me tendréis que llevar, tanto hablar de Amable… Claro que también tengo pendientes L’Alezna, Nacho Manzano, el Rodri…
¡Madre! esta chiquilla tá sin estrenar en cuestión de restaurantes, eso requiere urgente solución.