Los días de reunión en Luxemburgo y Bruselas son generalmente largos y pesados. Mejoran a la hora de la cena con este simple y humilde plato de mejillones con patatas fritas.
Hacemos un sofrito de cebolla, puerro y ajo. Incorporamos vino blanco (cava en nuestro caso) y un buen chorro de nata. Dejamos reducir. En una pota con un ligero fondo de agua abrimos los mejillones y guardamos colado el líquido que sueltan. Lo incorporamos a la salsa, reducimos un poco y añadimos mejillones y salsa a la pota un par de minutos mezclando bien con un cucharón.
En paralelo freimos las patatas en bastones, sobran explicaciones.
Magnifique.